Los negocios fiduciarios pueden llevarse a cabo con múltiples finalidades; la forma correcta de reconocerlos en la información financiera dependerá de los acuerdos establecidos entre las partes interesadas.
Resolvamos brevemente la siguiente consulta que nos plantea uno de nuestros usuarios: ¿cómo
deben los fideicomitentes reconocer los aportes a un patrimonio y qué
deben solicitar para actualizar su inversión al cierre del año?
Los aportes en fiducias, en encargos fiduciarios o en contratos de
fiducia mercantil, tienen múltiples formas de llevarse a cabo y su
reconocimiento es tan diverso como diversos sean los contratos.
Cuando una entidad fiduciaria recibe los aportes de los
fideicomitentes se efectúa un contrato en el que se establece a título
de qué se reciben los aportes y para qué se van utilizar. Para resolver
esta pregunta se abordarán tres posibles casos analizados desde el punto
de vista de quien entrega los recursos:
Fiducia que recauda cartera de clientes
En los casos en que el acuerdo sea para el recaudo de cartera de
clientes para realizar el pago a los proveedores, siendo solo un
intermediario, esa fiducia tiene el mismo tratamiento que tendría una cuenta corriente, es decir que se reconoce como equivalente al efectivo y se mide en todo momento por el saldo de la cuenta que certifica la entidad fiduciaria periódicamente.
Entonces no se reconoce como una inversión, sino como un equivalente
al efectivo porque la función de la fiduciaria es recaudar y luego
pagar; en todo momento los recursos están disponibles.
Fiducia que administra un bien
Si se tiene un contrato en el que se entrega un edificio a la entidad
fiduciaria para que conforme un patrimonio autónomo, gestione los
arrendamientos, pague los gastos derivados del bien y el excedente se
guarde para capitalizarse, debe tenerse presente que el hecho de poner el edificio en un patrimonio autónomo no hace que se pierda el control sobre este: sigue siendo de propiedad de la entidad, pero administrado por una fiduciaria. En tal caso el
bien se sigue reconociendo en el estado financiero y los excedentes que
se derivan de la operación, cuando se conviertan en recursos
disponibles, se tratarán como equivalentes al efectivo, con efecto en los resultados del período.
Fiducia que administra una inversión
Cuando se le entregan a la fiduciaria unos recursos para invertir en un portafolio de inversiones, estos no están disponibles en todo momento para satisfacer las necesidades operativas de la entidad, y
por tanto no se pueden clasificar como equivalentes al efectivo, sino
que son un instrumento financiero que se mide a valor razonable de
acuerdo con lo que establece la Sección 12 del Estándar Internacional
para Pymes, la NIC 39 y la NIIF 9 del Estándar Pleno.
Entonces, si se entregan recursos para administrar una inversión o
para invertir en una cartera colectiva, el negocio fiduciario se
convierte en un instrumento financiero que se debe medir a valor
razonable.
Actualícese - 17 de febrero de 2016
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